EL Rincón de Yanka: LA HISTORIA DE LA DIVISIÓN DE LOS CRISTIANOS Y ¿QUIÉN FUNDÓ TU IGLESIA?

inicio














miércoles, 14 de febrero de 2018

LA HISTORIA DE LA DIVISIÓN DE LOS CRISTIANOS Y ¿QUIÉN FUNDÓ TU IGLESIA?

LA HISTORIA DE LA DIVISIÓN DE LOS CRISTIANOS 

¿Por qué existen tantas Iglesias o denominaciones Cristianas? ¿Por qué siendo cristianos hay tantas rupturas? ¿Por qué si somos cristianos, no nos unimos como hermanos? ¿Quién es el fundador de su Iglesia?
Tenemos que dejar bien claro que quien divide es el demonio y quien se ocupa de dividir hace la obra del maligno, esa es la labor del enemigo de Dios “dividir, destruir, robar”
“Para que todos sean uno, como Tú, Padre, estás en mí y Yo en Ti, que también ellos sean uno en nosotros; que el mundo crea que Tú Me enviaste”. Juan 17:21)
Empiezo con un chiste: 

Un hombre iba caminando por un puente elevado sobre un río, cuando vio a una mujer que estaba a punto de saltar del puente. Corrió hacia ella, tratando de convencerla de que no se suicidara.

- “Nadie me ama”, le dijo la mujer.
- “Dios la ama”, le contestó él. ¿Usted cree en Dios?”
Ella asintió.
Entonces él le preguntó: - “¿Es usted cristiana o judía?”
- “Cristiana”, le contestó ella.
Él le dijo: “¡Yo también! ¡Qué pequeño es el mundo! 
- ¿Protestante o católica?”
-“Protestante”
- “¡Yo también! ¿De qué denominación?”
- “Bautista”
“¡Yo también! ¿Bautista del Norte, o Bautista del Sur?”
- “Bautista del Norte”
Él le dijo: - “¡Pues yo también! ¿Bautista Conservadora del Norte, o Bautista Liberal del Norte?”
- Ella le respondió: “Bautista Conservadora del Norte”.
Él dijo: - “¡Pero si es asombroso! ¿Bautista Conservadora Fundamentalista del Norte, o Bautista Conservadora Reformada del Norte?”
- “Bautista Conservadora Fundamentalista del Norte”
- “¡Asombroso! ¿Bautista Conservadora Fundamentalista del Norte de la Región de los Grandes Lagos, o Bautista Conservadora Fundamentalista del Norte de la Región del Este?”
Ella le dijo: - “Bautista Conservadora Fundamentalista del Norte de la Región de los Grandes Lagos”.

- “¡Es un milagro!”, exclamó él. - “¿Bautista Conservadora Fundamentalista de la Región de los Grandes Lagos del Concilio de 1879, o Bautista Conservadora Fundamentalista del Norte de la Región de los Grandes lagos del Concilio de 1912?”
Ella le dijo: - “Bautista Conservadora Fundamentalista del Norte de la Región de los Grandes Lagos del Concilio de 1912”
Entonces él le gritó: - “¡Muere, hereje!”, y la empujó por encima del barandal del puente.

Scott Hahn afirma que la proliferación de denominaciones protestantes demuestra que el principio de los reformadores de la sola Scriptura es un gran error. Él dice: ¿Crees que Jesús dice: “Bueno, una vez que de a la Iglesia esta Escritura infalible, realmente no necesito más interpretaciones infalibles de las Escrituras. La Iglesia la puede mantenerla intacta sólo con la Biblia infalible”.

¿En serio? En apenas 500 años, hay literalmente miles y miles de denominaciones que se están volviendo cada vez más numerosos continuamente, porque continúan solo con la Biblia. Esto indica el hecho de que necesitamos una interpretación infalible de este libro infalible, ¿no?

La teoría de la “Sola Biblia” simplemente no funciona en la práctica. La experiencia histórica lo refuta. Cada año vemos una fragmentación adicional entre las religiones “creyentes de la Biblia”. Hoy en día hay decenas de miles de denominaciones en competencia, cada uno insistiendo en que su interpretación de la Biblia es la correcta. Las divisiones resultantes han causado confusión indecible entre los millones de cristianos sinceros pero engañados. Sólo tiene que abrir las páginas amarillas de la guía telefónica y ver cómo muchas diferentes denominaciones en la lista, cada uno afirmando que siguen “sólo la Biblia,” pero no hay dos de ellas que se pongan de acuerdo sobre exactamente lo que la Biblia significa.

1. Cristo Fundó UNA sola Iglesia. Mt 16,18a.
2. La Iglesia que fundo Cristo durará HASTA EL FIN DEL MUNDO. Mt 16, 18b; Mt 28, 20.

3. La Iglesia que fundó Cristo es la única Iglesia que viene de Cristo y los apóstoles y profetas. ("...Edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra angular Cristo mismo, ...hasta ser morada de Dios en el Espíritu”). Ef 2,20-22; los demás grupos iniciaron mucho después y tienen a hombres como fundadores, de hecho las religiones y sectas del primer milenio, ya desaparecieron...

4. La Iglesia es la COLUMNA Y FUNDAMENTO DE LA VERDAD. 1Tim, 3, 15

6. Es, sin embargo una Iglesia de santos y pecadores. Mt 13, 24-30.
7. Jesús quiere unidad entre sus discípulos, por eso fundó una Iglesia para que todos estemos unidos como hermanos. Jn 17, 20-21
8. Algún día habrá un solo rebaño bajo un Solo Pastor. Jn 10, 14-16

A pesar de las instrucciones y el deseo de Jesús de que sus seguidores fueran identificados esencialmente por el amor entre ellos (“cuando vean como se aman entonces creerán”) la Iglesia ha sido testigo de grandes divisiones en el cuerpo de Jesús. Previendo esta situación causada por la debilidad humana, siempre vendida al pecado, Jesús le prometió a Pedro que aunque hubiera divisiones y problemas en la Iglesia, “los poderes del demonio no prevalecerían en ella”. Mt 16,19

Veremos los orígenes y las causas de los grandes cismas en la Iglesia y la acción del Espíritu Santo en su continua acción por santificar a todos sus miembros y hacer de ellos un solo cuerpo, un solo rebaño el cual crece al cuidado de un solo pastor. 

La primera gran división en el cristianismo surgió cuando Arrio, en el siglo IV afirmaba que Jesús no era Dios, es decir de la misma sustancia que el Padre. Esto hacia entre otras cosas que María no fuera la madre de Dios sino simplemente la madre del hombre “Jesús”. El concilio de Nicea en el 325 confesó que Jesús era verdaderamente hijo de Dios y por lo tanto de la misma naturaleza que el Padre y que por ello María Santísima debía ser llamada y tenida como la verdadera madre de Dios según su naturaleza humana. Siendo Arrio un obispo muy conocido, hizo popular su doctrina y ésta llegó a dividir la Iglesia por mas de 7 siglos. Durante ese tiempo aquellos que sostenían las ideas equivocadas de Arrio, rechazaron la guía de la Iglesia y se separó de la comunión eclesial lo que mantuvo en gran conflicto a toda la Iglesia. Sin embargo, Dios que es fiel unió de nuevo a la Iglesia bajo un solo pastor y la Iglesia volvió a la unidad. 

Una vez reunida de nuevo la familia cristiana, a finales del siglo X se desencadenó una nueva amenaza contra la unidad. De nuevo los planteamientos teológicos serán la causa de una nueva división en el cristianismo, división que aun permanece entre nosotros. La Iglesia oriental, asegura que el Espíritu Santo procede solo del Padre y no como lo afirma la Iglesia Occidental que «procede del Padre y del Hijo» (DS 527). Esto unido a la concepción sobre el primado y la función del Papa, dieron como resultado una gran división entre los cristianos, dividiéndose la Iglesia en dos grandes rebaños, que se conocerán como Iglesia Oriental, la cual sostendrá que el Espíritu solo procede del Padre y que tiene como cabeza al patriarca de Constantinopla. Por otro lado estará la Iglesia Latina que sostiene que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo y que tiene como pastor al Romano Pontífice, sucesor de san Pedro (Mt 16,18). 

A pesar de que la división entre el Oriente y el Occidente permanece, en ella nunca ha habido rivalidad y violencia, aceptando los demás principios teológicos de unos y de otros los cuales mantienen la ortodoxia de la fe. Esto hizo que ambas se desarrollaran como, lo ha dicho el Papa Juan Pablo II en la histórica reunión con el Patriarca de Constantinopla, como hermanos. Ninguna de las dos ha buscado el partidismo ni confundiendo a la Iglesia con otras doctrinas extrañas al cristianismo. De hecho, hoy la relación es muy cercana y se buscan los caminos por los cuales se puedan allanar las diferencias, las cuales en

principio están sostenidas por una traducción que no es clara en el griego, principalmente en lo que se refiere a la procedencia del Espíritu Santo. En cuanto a la autoridad del Papa, si bien la Iglesia oriental no acepta totalmente el primado del Romano Pontífice, mantiene por él un gran respeto y ordinariamente sigue sus orientaciones, teniéndolo como el hermano mayor. 

La siguiente gran división que mantiene aun dividida a la Iglesia es la iniciada por Martín Lutero en 1521, cuando buscando reformar la Iglesia, hace una serie de proposiciones que en su tiempo fueron rechazadas y que darán origen al rompimiento con la Iglesia Católica (que significa universal). A pesar de lo que se ha dicho, debe reconocerse que esta separación tuvo como origen y motor la inconformidad del gobierno de Alemania con el gobierno de Roma, el cual en ese tiempo se pude decir que regia al mundo incluso en el área política y civil. Utilizaron algunas de las posturas del movimiento protestante para quitarse de encima el yugo de Roma. El nombre de PROTESTANTISMO, se deriva de la “Dieta de Seller” emitida en 1529 en Alemania en la cual se hace referencia a una serie de protestas que nuca se llevaron a cabo. Como decíamos, el protestantismo tuvo como padre a Martín Lutero quien nació en Eisleben, Alemania en 1483, y en su juventud estudio Leyes. Estando cerca de la muerte a causa de una enfermedad, hace votos de entrar a la vida monástica. Es así que en Julio de 1505 entra al noviciado de los monjes agustinos y es ordenado sacerdote el 3 de abril de 1507 y recibe el doctorado en teología el 19 de octubre de 1512 con lo cual inicia su carrera como profesor de Sagrada Escritura en la universidad.

De 1513 a 1517 profundizó en el estudio principalmente de la Carta a los Gálatas, a los Romanos y los Salmos, lo que lo llevó a entender que la salvación era una obra ya realizada por Cristo, y que no era por las obras por las que se accedía a ella sino por la fe. Esto contrastó fuertemente con la idea, muy acentuado en ese tiempo sobre las indulgencias, las cuales, en la mayoría de los casos, era mal entendida por el pueblo considerándose que la salvación y la gracia podrían ser compradas u obtenidas de una manera artificiosa. Estos dos elementos hicieron una fuerte crisis en el Teólogo, quien más adelante se pronunció abiertamente contra esta practica de la Iglesia, sin considerar que el hecho de que muchos cristianos tuvieran esta idea errónea, no significaba que ésta fuera el pensamiento de la Iglesia. Esta proposición y divergencias fueron llevando poco a poco a un problema mas de fondo que, como ya hemos mencionado, se centrará en la obediencia al Romano Pontífice. Por causa de sus pensamientos, en 1521, fue obligado a renunciar a su cátedra en la universidad. Entre 1520 y 1521 escribirá los tres grandes tratados que servirán de base para la gran división del cristianismo. 

El primero de esos escritos (agosto 1520) se intituló “Au den christlichen Adel deutscher Nation von des christlichen stnades besserung” (A la nobleza cristiana de la nación alemana sobre la reforma de los cristianos). En ella invita a todos el pueblo alemán, principalmente a los que están en el poder, para unirse en una reforma cristiana. Es una obra que destila el gran odio que llegó a sentir por Roma. Invita en ella derribar los muros en los que se ha encerrado la Iglesia para tener así una iglesia «liberada».Es una invitación a la libre interpretación de la Sagrada Escritura sin mas discernimiento que el que cada uno pueda tener. Es en este escrito en donde propone los 27 puntos esenciales en los que es necesario reformar la Iglesia. Fueron enviados dos legados papales con el fin de que se retractara el monje agustino, pero sin ningún resultado. Solo para darnos idea del impacto que tuvo este escrito bástenos decir que el tiraje original de 4000 ejemplares, elevadísimo para la época, se agotó en una semana. Sus dos siguientes escritos: “La cautividad Babilónica en la Iglesia” (octubre 1520) en la que niega la existencia de los 7 sacramentos reduciéndolos a 3 y “La libertad del cristiano”, (Noviembre 1520) que hace de la «sola scriptura» la máxima del cristiano, vinieron a solidificar la gloria de Lutero y el establecimiento del movimiento de reforma. 

Dado que Lutero se negaba a rectificar su errores doctrinales y teológicos así como su ataque sistemático contra la Iglesia Católica, fue excomulgado en 1521. Los príncipes de Wartburg, lo escondieron y durante este tiempo Lutero tradujo la Biblia al alemán (hasta ese tiempo sólo se tenía en Latín y estaba prácticamente reservada a la lectura de los monjes y en general de los eclesiásticos). Esto afianzó el camino sobre la interpretación personal de la Biblia sin ninguna norma ni criterio para realizarlo, pues rechazada la jerarquía y la tradición de la Iglesia no quedaba más que un texto, que como veremos más adelante, no siempre es de fácil interpretación. Una vez tranquilizadas las aguas en Alemania, en 1525 se casó con una ex-monja llamada Catherine von Bora. De esta manera, Lutero continuó su trabajo como teólogo, biblista, pastor y líder del movimiento de Reforma hasta su muerte. Hoy podemos decir que la intención de Lutero no fue la de dividir la Iglesia sino de reformarla; sin embargo en su tiempo, las reformas que proponía no encontraron eco en la Iglesia, lo cual, aunado a que no en todo tenía razón (como es el hecho de rechazar como fuentes de revelación la Tradición y el Magisterio y considerar que la «sola scriptura» podría dar razón a la fe, así como el reducir el número de sacramentos, entre otros), hizo que una acción que se pensaba como buena diera como resultado la división y el odio en la Iglesia. 

Con su protesta, Lutero abría grandes abismos de entendimiento tanto desde el punto de vista teológico como desde el bíblico y pastoral entre la Iglesia de la reforma y la Iglesia Católica. A partir de ese momento, se rompe toda jerarquía, de manera que cada «pastor» forma e instruye a su propio gremio, de acuerdo a la inspiración e interpretación de diversos pasajes de la Escritura, lo que ha llevado a que solo en los Estados Unidos de América existan más de 2000 diferentes denominaciones cristianas. Veamos ahora un poco en detalle los grandes elementos que se dieron en esta separación. Empecemos por el problema de la Fe y las obras. Si bien es cierto que lo que salva es la fe, como claramente lo expresa san Pablo en sus cartas a los Romanos y a los Gálatas, con su visión de la gracia, Lutero crea una moral que está o que al menos puede estar en disonancia con la vida moral, ya que de acuerdo a su planteamiento, no es importante las obras sino únicamente la fe. Esto lo llevó a expresiones como: “Peca forsier et ama fortiter” (peca fuerte, pero ama más fuerte). La expresión de Rm 10,9-10 es clara cuando previene que para alcanzar la salvación son necesarias las dos cosas, ya que a guisa dice: “Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y si crees de corazón que Dios lo resucito de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para alcanzar la justificación, y con la boca se confiesa para ser salvos”. Analicemos pues brevemente esta cita. En primer lugar tenemos que el confesar, que en el lenguaje bíblico tiene el carácter de “dar testimonio”, se refiere no a una acción de la boca únicamente, sino con todo el ser. Es decir, que se refiere a una vida que testifica ante los demás que se vive de acuerdo al Evangelio, ya que no podemos pensar en un Señor que no tiene Reino. Si se confiesa que Jesús es el Señor es porque es primeramente Señor de nuestra vida, lo que implica vivir de acuerdo a su evangelio, ya que él mismo nos lo dijo: “No todo el que me dice Señor, Señor se salvará sino el que realiza la voluntad de mi padre que está en los cielos”. (Lc 7,21). 

En seguida viene la proposición sobre el creer sobre la resurrección, es decir es aceptar que Jesús es verdaderamente Dios y que es por la resurrección que queda cancelada la nota de cargo que pesaba contra nosotros... de ahí que somos libres. Este creer, como se aprecia, es una acción pasiva del hombre pues depende única y exclusivamente de los meritos redentores de Cristo. Ahora bien, el apóstol no termina aquí, sino que explica ahora lo que significa y el por qué de estas dos acciones. Ahora empieza con la fe: “Pues con el corazón se cree para alcanzar la Justificación”. Es por la fe, por la aceptación del misterio pascual de Cristo y de su persona como Mesías, que se abre para el hombre las puertas del cielo, perdonándose la culpa, la nota de cargo que pesaba sobre él. Sin embargo, esto no «garantiza» el que el hombre justificado llegue al cielo, pues aunque la justificación posibilita la entrada al cielo, se debe vivir de acuerdo a la voluntad del Padre. No podemos pensar que por el hecho de aceptar a Jesús como Mesías salvador, pueda el hombre llevar una vida moral al margen del evangelio, o al menos de los principios evangélicos, como claramente lo dice san Pablo en la carta a los Gálatas (Gal 5,16-21). 

De manera que para alcanzar la salvación definitiva, que es decir “la Vida Eterna” en el cielo con Dios, es necesario, por un lado, creer en el corazón que Jesús es «el Señor» y por otro lado, vivir de acuerdo al Evangelio. Otra de las grandes proposiciones de Lutero, que será la piedra angular de la Teología Protestante, es la de eliminar como fuente de revelación el Magisterio y la Tradición, y dejar única y exclusivamente la Sagrada Escritura. Con ello mutilaba el mensaje, y sobre todo, abriría la puerta a la libre interpretación de la Palabra de Dios. Sobre este peligro, ya san Pedro, en su segunda carta, advertía de la dificultad que tienen algunos textos del NT, en particular de san Pablo los cuales pueden ser mal interpretados en perjuicio de quien así lo hace: “El habla (san Pablo) de estas cosas en todas sus epístolas, en las cuales hay algunas cosas difíciles de entender, que los indoctos e inconstantes tuercen, como lo hacen también con las otras Escrituras, para su propia perdición.” (2Pe, 3,16). Esto, pues, nos habla de mantener una guía basada en los primeros testigos de lo que Jesús hizo y dijo y de lo que la Iglesia primitiva creía y vivía, ya que fue ésta, quien recibió el mensaje de Dios para la humanidad. 

Lutero no tomó en cuenta lo que decía el mismo Apóstol San Juan: “Muchas otras señales milagrosas hizo Jesús en presencia de sus discípulos que no están escritas en este libro. Estas se han escrito para que crean que Jesús es el Cristo, el hijo de Dios” (Jn 20,30-31). Muchas cosas que la Iglesia primitiva creía y aceptaba como parte de la revelación, pues las había recibido del mismo Jesús, fueron retiradas de la fe de los hermanos de la Reforma. Si además consideramos que la Escritura, contiene el lenguaje propio de una cultura que no tiene nada que ver con la nuestra, es fácil llegar a conclusiones y traducciones erróneas que en nada o en poco expresarían la voluntad y el pensamiento del autor. Estas expresiones, y el mismo lenguaje, fueron siendo comunicados de modo oral o escrito (la tradición) por muchas generaciones, de manera que se respetara el sentido propio de cada texto y de cada proposición. Un ejemplo de entre muchos y que ha dado pie para una discusión sin fin, es el caso de los «hermanos» de Jesús. En este ejemplo la palabra «hermanos» en la cultura hebrea no únicamente representa a los hermanos de sangre, sino que abarca a toda la parentela e incluso a los amigos cercanos; de donde no se puede inferir que porque en la Escritura se menciona a los «hermanos de Jesús» éste en realidad haya tenido hermanos de sangre, ya que pueden estos estar referidos a sus parientes; por lo tanto, este dato no puede ser el punto de apoyo para que los hermanos de la reforma aseveren que la Santísima Virgen María no es SIEMPRE VIRGEN. 

Si ya Lutero había puesto las bases para la fragmentación de la Iglesia, Juan Calvino [John Calvin] (1509-1564) de origen swizo-frances, fue el continuador de esta división. Después de terminar sus estudios en Francia fue convirtiéndose poco a poco al Luteranismo, hasta que en 1536 publicó la primera edición de “Instituciones de la Religión Cristiana”, libro que se publicaría muchas veces y llegaría a ser la base teológica para la teología protestante. A través de sus escritos influenció fuertemente toda Europa con su pensamiento protestante, pero principalmente a Francia. Puede decirse que Calvino llegó a ser el comentador más grande de la Biblia en su tiempo y empujó al naciente protestantismo a un radicalismo bíblico, en donde las palabras debían de ser tomadas exactamente como se leían. Será el primero en considerar como idolatría el santo Sacrificio de la Misa. No encontrando bases para sostener la jerarquía eclesiástico reconoció simplemente funciones, de las cuales la más importante es la del presbítero (esto dará pie y origen que en el futuro esta iglesia separada sea llamada “presbiterianos”). La Iglesia calvinista era dirigida por un consejo de laicos y presbíteros los cuales ejercían un control desmedido sobre las normas religiosas y morales (convirtiéndose en la ley sobre la ley). Uno de los ejemplos más notorios de esta intransigencia religiosa y moral es la de Michael Servetus, el cual en 1553 fue quemado vivo acusado de blasfemar (esto no nos exime a los católicos de todos los abusos e injusticias que se hicieron durante la inquisición). Uno de los principales estatutos propuestos por Calvino fue el considerar que Dios ya tiene destinados a los que se van a salvar y a los que se van a perder de manera que no importa lo que se haga, los que se van a salvar se salvaran y los que no se han de salvar no tienen ninguna posibilidad de lograrlo pues ya están destinados al castigo eterno. 

Otros dos pensamientos que se introducirán en la reforma de Calvino serán el considerar que la Iglesia está por encima del mismo Estado, de donde las leyes emanadas de éste tendrán que estar siempre sometidas y bajo la custodia de la Iglesia. Finalmente, que los sacramentos del Bautismo y Eucaristía son solo signos externos de una realidad interior pero los cuales no tienen nada que ver con la realidad exterior. Todos estos elementos extraños a la sana doctrina llevaron a grandes errores que se fueron multiplicando, llegando algunos contemporáneos, seguidores de Calvino, a proponer como doctrina que la “caída del hombre” (el pecado origina) fue querida y planeada por Dios. Esta concepción divina de la predestinación fue creando una idea de un Dios tirano, un Dios al que hay que temer, borrando totalmente la imagen traída por Cristo del Padre bueno, que no ha enviado su Hijo para condenar al mundo sino para salvarlo. Por otro lado creó un relativismo y laxismo moral de gran escala, que llevó sobre todo a los países nórdicos a una pérdida de los valores (de ello todavía Holanda es testigo), ya que si haga lo que haga, si estoy predestinado al cielo o al infierno no puedo hacer nada para cambiar esta voluntad divina, ¿de qué sirve el llevar una vida moral adecuada? 

Finalmente, quien vendrá a consolidar esta primera gran división de los cristianos, que como vemos va no solo reafirmando la Iglesia de Lutero sino que se van constituyendo nuevas Iglesia marginales, será Ulrich Zwingli (1484-1531). Zwinglio, de origen Suizo, fue ordenado sacerdote en1506 y fue uno de los grandes predicadores de su tiempo. En 1522 se levantó como otro de los grandes “reformadores”, predicando a Cristo como la única fuente de la salvación y el Evangelio como única fuente de la revelación y de la verdad. Bajo su influencia, en 1525 fueron retirados los órganos y las imágenes de todas las Iglesias, cerrados los monasterios de Suiza y la misa en latín fue sustituida por la “Cena del Señor” en alemán. Desde entonces hasta su muerte, Zwinglio se vio constantemente en conflictos con la teología católica y luterana pues mantenía que los sacramentos no confieren gracia. 

Con estos tres reformadores a la cabeza, la división de los cristianos se fue reafirmando en toda Europa. Cada Iglesia «reformada» iba adquiriendo adeptos entre los Católicos, principalmente, pero influenciaba también a los miembros de las otras Iglesias. Cada Iglesia fue consolidando su propia teología, que aunque mantenía ideas comunes con la Iglesia reformada de Lutero, como ya hemos visto cada una fue adoptando posturas diferentes sobre el modo en que se debían interpretar algunos pasajes. Será en 1534 cuando nacerá la 4ª gran Iglesia de la reforma cuando Enrique VIII, rey de Inglaterra, buscando que el Papa le anulara su matrimonio con Catalina de Aragón para poder casarse nuevamente, decide, ante la negativa de éste, separase de la Iglesia Católica nombrándose él mismo como la autoridad máxima de la Iglesia de Inglaterra. Este rompimiento, a diferencia de los otros, en los cuales estaba de por medio teología y presiones políticas, la Iglesia Anglicana (como se le llamará) nace de la intransigencia de un hombre que busca solo su beneficio personal. Al romper con Roma, se corta la tradición episcopal, pues el mismo Enrique VIII nombrará a los Obispos, algunos de los cuales no tendrían la Ordenación sacramental, por lo que poco a poco se fue perdiendo el sacramento del Orden.

Se pude decir que la única diferencia que existió con la Iglesia Anglicana fue el hecho de que ésta estaría regida por el monarca de Inglaterra. Sin embargo la mayor parte de su teología permaneció intacta: Se celebraba la misa, se le daba el culto debido a la Madre de Dios, se tenían los sacramentos, etc.. Como ya decíamos, el área más afectada, dado que la autoridad máxima era ahora una autoridad «laica», la cual no poseía el orden sacerdotal (pues no había sido ordenado Obispo), fue haciendo, por un lado, que la «sucesión apostólica» se fuera perdiendo con lo que con el tiempo se pude decir que los sacerdotes y obispos no tienen ya, de acuerdo a la sagrada Escritura, el poder sacerdotal pues se interrumpió esta cadena iniciada desde que los primeros apóstoles impusieron la manos sobre Pablo y luego este sobre cada uno de los nuevos obispos. De manera que es difícil saber si el sacramento de la Eucaristía que celebra la Iglesia Anglicana es o no auténticamente el cuerpo y la sangre de Cristo. 

Esta falta de cabeza jerárquica, hoy en día ha dificultado el acercamiento hacia la unidad, pues la Iglesia Anglicana ha aceptado dentro del ministerio sacerdotal a las mujeres. Esto ha sido tema de debate incluso dentro de la Iglesia Católica, sobre todo en los Estados Unidos en donde las feministas han estado empujando al magisterio hacia una definición que les permita ser ordenadas como sacerdotes. La Iglesia, en esta sentido es clara: “Solo pueden ser ordenados los Varones”. Esto no es porque las mujeres no puedan o no tengan capacidad para serlo, sino por el papel que Dios les ha dado dentro de la vida Eclesial y social. El papel del Varón es el de ser cabeza, como lo testifica toda la Escritura. Este papel no es más importante que el de la mujer sino simplemente diferente.... no es que la Biblia sea machista, escrita por hombres, sino que nosotros aceptamos que la Palabra de Dios expresas la voluntad del Creador, en la cual ha querido (y por ello lo ha formado de manera diferente que a la mujer) que el hombre tenga, dentro de la Iglesia y del mundo, el papel de cabeza. 

Podemos decir que la división del cristianismo se sostiene sobre 3 bases: Por un lado la independencia a cualquier clase de Jerarquía, de manera concreta al primado del Papa; por otro lado el considerar la Biblia como ÚNICA fuente de revelación; y finalmente, que podemos decir que es una consecuencia de las dos anteriores, el hacer la interpretación personal de los pasajes de la Escritura. Estas tres características comunes han hecho que la proliferación de «grupos» o sectas (pues ya no se pueden llamar Iglesias, dada la fragmentación de sus miembros y la inconsistencia de su doctrina) se desarrollen casi sin limites. Tal es el caso, que, como ya dijimos antes, sólo en los Estados Unidos de América, hasta hace unos cuantos años, el número de sectas que se proclaman cristianas ascendía a más de 2000. En ellas, dado que cada cristiano puede darle la interpretación que más le convenga a los diferentes textos y a que no hay un orden jerárquico que dé normas de vida y conducta, ha ido llevando a sus miembros (no mencionamos sino la de Jim Johnes y la de Waco Texas por ser las más notorias y conocidas) a extravagancias y acciones que en nada tienen que ver con lo predicado por Cristo. 

Con el fin de restablecer la unidad del Cuerpo de Cristo y poder así caminar como un solo rebaño unidos bajo un solo Pastor, se han creado diferentes iniciativas, de entre las cuales se destaca el Movimiento Ecuménico, el cual, habiendo surgido entre las iglesias separadas, se ha encargado de promover algunas iniciativas de unidad, las cuales han sido no solo acogidas sino promovidas por nuestra misma Iglesia. El proceso aun se presenta largo y espinoso, pero continuamos confiados en las palabras del Señor hechas a Pedro: 

“Las fuerzas o poderes del mal no PREVALECERÁN en mi Iglesia” (Mt 16,18). Esto nos llena de Esperanza de que algún día no existirán más divisiones. Para ello, como nos decía el Papa Juan XXIII debemos cooperar nosotros mismos, considerándonos verdaderamente hermanos, y dejando de atacarnos e insultarnos, pensando que nosotros tenemos la única y total verdad. Debemos de orar juntos y de profundizar en las áreas y doctrinas que son comunes, respetando lo que no entendemos y que es parte de la fe de los hermanos y así dejar que el Espíritu Santo, constructor de la Iglesia, vaya, como lo ha hecho hasta ahora, proponiendo los nuevos caminos que nos llevarán nuevamente a la unidad.


¿QUIÉN FUNDÓ TU IGLESIA?

El daño que hizo Lutero al mundo


VER+: