EL Rincón de Yanka: octubre 2015

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sábado, 31 de octubre de 2015

EL PODER Y EL DELIRIO. DECÁLOGO DEL POPULISTA. NUEVO IDIOTA IBEROAMERICANO. REBELARSE VENDE

El poder y el delirio
Enrique Krauze


¿Quién es Hugo Chávez: un combativo y avanzado líder político, artífice del «socialismo del siglo XXI», o un estereotipado aprendiz de dictador, populista y palabrero? 
¿Qué es Venezuela: el laboratorio de la primera revolución del nuevo milenio o una nación que marcha, no sin resistencias civiles, hacia un duradero régimen autoritario? 
Para responder estas preguntas, y desmontar el mito más reciente de la izquierda latinoamericana, Enrique Krauze nos entrega su libro más insólito y rotundo. Insólito porque, además de la veta ensayística ya reconocida en su autor, esta obra contiene varios registros: crónica periodística, entrevista, coloquio, reflexión histórica, retrato biográfico, análisis político. Rotundo porque es doble su naturaleza: brinda una visión amplia de la historia de Venezuela, al tiempo que participa decisivamente en el debate político actual, siempre en contra del despotismo y a favor de las bondades de la democracia. No es exagerado afirmar que la lectura de este libro es una tarea impostergable para cualquier latinoamericano. Ya se sabe: en Venezuela se está jugando, ahora mismo, el destino de todo el subcontinente.

El populismo ha sido un mal endémico de América Latina. El líder populista arenga al pueblo contra el “no pueblo”, anuncia el amanecer de la historia, promete el cielo en la tierra. Cuando llega al poder, micrófono en mano decreta la verdad oficial, desquicia la economía, azuza el odio de clases, mantiene a las masas en continua movilización, desdeña los parlamentos, manipula las elecciones, acota las libertades. Su método es tan antiguo como los demagogos griegos: “Ahora quienes dirigen al pueblo son los que saben hablar… las revoluciones en las democracias... son causadas sobre todo por la intemperancia de los demagogos”. El ciclo se cerraba cuando las élites se unían para remover al demagogo, reprimir la voluntad popular e instaurar la tiranía (Aristóteles, Política V). En América Latina, los demagogos llegan al poder, usurpan (desvirtúan, manipulan, compran) la voluntad popular e instauran la tiranía.

Esto es lo que ha pasado en Venezuela, cuyo Gobierno populista inspiró (y en algún caso financió) a dirigentes de Podemos. Se diría que la tragedia de ese país (que ocurre ante nuestros ojos) bastaría para disuadir a cualquier votante sensato de importar el modelo, pero la sensatez no es una virtud que se reparta democráticamente. Por eso, la cuestión que ha desvelado a los demócratas de este lado del Atlántico se ha vuelto pertinente para España: ¿por qué nuestra América ha sido tan proclive al populismo?

Parecería impensable que, en un vuelco paradójico de la historia, España opte ahora por un modelo arcaico que en Iberoamérica está por caducar. Es mucho
lo que la Transición logró: democracia, Estado de derecho

En los albores del siglo XXI resuenan voces liberales opuestas al mesianismo político

En el siglo XX, inspirado en el fascismo italiano y su control mediático de las masas, el caudillismo patriarcal se volvió populismo. Getulio Vargas en Brasil, Perón en Argentina, algunos presidentes del PRI en México se ajustan a esta definición. El caso de Hugo Chávez (y sus satélites) puede entenderse mejor con la clave de Morse: un líder carismático jura redimir al pueblo, gana las elecciones, se apropia del aparato corporativo, burocrático, productivo (y represivo) del Estado, cancela la división de poderes, ahoga las libertades e irremisiblemente instaura una dictadura.

Algunos países iberoamericanos lograron construir una tercera legitimidad, la de un régimen respetuoso de la división de poderes, las leyes y las libertades individuales: Uruguay, Chile, Costa Rica, en menor medida Colombia y Argentina (hasta 1931). Al mismo tiempo, varias figuras políticas e intelectuales del XIX buscaron cimentar un orden democrático: Sarmiento en Argentina, Andrés Bello y Balmaceda en Chile, la generación liberal de la Reforma en México. A lo largo del siglo XX, nunca faltaron pensadores y políticos que intentaron consolidar la democracia aun en los países más caudillistas o dictatoriales (el ejemplo más ilustre fue el venezolano Rómulo Betancourt). Y en los albores del siglo XXI siguen resonando voces liberales opuestas al mesianismo político y al estatismo (Mario Vargas Llosa en primer lugar).

Esta tendencia democrática (liberal o socialdemócrata) está ganando la batalla en Iberoamérica. El populismo persiste sólo por la fuerza, no por la convicción. La región avanza en la dirección moderna, la misma que aprendió hace casi cuarenta años gracias a la ejemplar Transición española. Parecería impensable que, en un vuelco paradójico de la historia, España opte ahora por un modelo arcaico que en estas tierras está por caducar. A pesar de los muchos errores y desmesuras, es mucho lo que España ha hecho bien: después de la Guerra Civil y la dictadura, y en un marco de reconciliación y tolerancia, conquistó la democracia, construyó un Estado de derecho, un régimen parlamentario, una admirable cultura cívica, una considerable modernidad económica, amplias libertades sociales e individuales. Y doblegó al terrorismo. Por todo ello, un gobierno populista en España sería más que un anacronismo arqueológico: sería un suicidio.



Enrique Krauze es escritor y director 

de la revista Letras Libres.




1. El populista exalta al líder carismático.
2. El populista no solo usa y abusa de la palabra; se apodera de ella.
3. El populista fabrica la verdad.
4. El populista usa de modo discrecional los fondos públicos.
5. El populista reparte directamente la riqueza.
6. El populista alimenta el odio de clases.
7. El populista moviliza permanentemente a los grupos sociales.
8. El populismo recurre sistemáticamente al "enemigo exterior".
9. El populismo desprecia las instituciones.
10. El populismo domestica y destruye la democracia liberal. Y fomenta la antipolítica y la desesperanza.


SUGERENCIAS PARA UN BUEN GOBIERNO



“Ultimas noticias del 
Nuevo Idiota Iberoamericano” 
“Basta de realidades, queremos promesas”

Fue escrito por el colombiano Plinio Apuleyo Mendoza, el cubano Carlos Alberto Montaner y el peruano Álvaro Vargas Llosa, es la tercera entrega que hacen estos autores donde analizan a la sociedad y la política en Latinoamérica, pero incluyen esta vez a España.
La editorial Planeta presenta el libro de la siguiente manera “Tres escritores de renombre presentan una nueva visión de la realidad política y social de buena parte de América Latina y España. Hace ya casi 20 años, Mendoza, Montaner y Vargas Llosa emprendieron con éxito la aventura de pintar a manera de ensayo a México, Venezuela, Cuba, Colombia, Argentina y otros países de la región. Ahora, estos tres autores pintan como sobre un lienzo los evidentes cambios ocurridos en esta parte del mundo, e incluyen a España, que afronta una profunda transformación”. 

Para aquellos que no lo saben, la famosa Editorial se refiere al libro titulado “El manual del perfecto idiota Latinoamericano” que fue escrito hace ya 18 años por los mismos autores, quienes también escribieron “El regreso del Idiota” en el 2007.

Plinio Apuleyo Mendoza escribió recientemente un artículo titulado “Un retrato del continente” donde se refiere al mismo y por ser uno de los autores del libro transcribimos algunos de sus párrafos.

El escritor colombiano empieza así: “Trabajando a seis manos, Carlos Alberto Montaner, Álvaro Vargas Llosa y yo llegamos finalmente a trazar un completo panorama de nuestro continente. Me refiero al libro de reciente aparición que se conoce como el Nuevo idiota”.

Luego continúa “En sus páginas se registran dos realidades continentales. Predominan, de un lado, los países con gobiernos democráticos de centroizquierda o centroderecha que avanzan por la vía del desarrollo gracias a una real economía de mercado y al provecho obtenido de la globalización. De otro lado aparecen aquellas naciones que han optado por un populismo asistencial, con rasgos ideológicos heredados de Marx y de Fidel Castro y bautizado pretenciosamente como Socialismo del Siglo XXI”.

Nos explica el por qué parte de este título así “Al personaje que se mueve detrás de esta última corriente lo hemos llamado, con perdón suyo, el idiota. Y es que no es para menos. Lo define una vulgata ideológica inamovible según la cual la pobreza corre por cuenta del imperialismo norteamericano y de las oligarquías locales cuyos privilegios sólo pueden ser eliminados mediante expropiaciones y el monopolio del Estado en todas las áreas de la producción. Estos iluminados idiotas han llegado al poder en Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua e incluso en Argentina, gracias a la dinastía Kirchner”.

Nos recuerda también algo que recientemente el escritor Uruguayo confesó “Todos ellos tomaron como sagrada Biblia el libro de Eduardo Galeano Las venas abiertas de América Latina. ¡Qué error! El propio Galeano, hoy con 73 años, acaba de confesar que cuando escribió este libro era muy joven y no sabía nada de economía”.

Y termina así “Luces y sombras aparecen, pues, en este panorama de América Latina. Pero todo indica que el porvenir está en el modelo de desarrollo que les apuesta a la economía de mercado, a la educación, a una limpia democracia y no a los sueños y desvaríos de los nuevos idiotas”

Joseph Heath y Andrew Potter: 
el negocio de la contracultura

El mayor problema que denuncian Joseph Heath y Andrew Potter de la mayoría de rebeldes del mundo. Que la mayoría son rebeldes por impostura o estética. Y, por tanto, sus rebeldías no sólo tienen un efecto muy superficial en la sociedad a fin de que cambie de una manera reseñable, sino que la mayoría de esas rebeldías acaban convirtiéndose en modas inanes. Y en un negocio tan execrable como el que se trataba de poner en evidencia.

El segundo problema que se radiografía en Rebelarse vende es que gran parte de los rebeldes del mundo, además de no intentar cambiar las cosas mediante los cauces políticos adecuados, no ofrecen alternativas serias y bien construidas. La mayoría ofrecen la rebeldía por la rebeldía.

Como Tyler Durden en El club de la lucha o el protagonista de American Beauty, deciden destruirlo todo, ir contra todo y adoptar un comportamiento personal e intransferible por el simple deseo de salir del pozo. Pero su ideología no tiene encaje en la realidad: ¿qué pasaría si todos obráramos así? Una vez anarquizado todo, ¿cómo conviviríamos?
La mayoría de ideologías de este tipo se sustentan en ideas pueriles y que, tanto la historia como incluso la ciencia del comportamiento, han demostrado que son impracticables. ¿Aún cree alguien que una comuna hippie puede organizarse mediante amor libre cuando los genes tienen otras ideas muy distintas sobre cómo debemos comportarnos para sobrevivir?
Finalmente, Heath y Potter distinguen a dos personajes que la gente suele confundir: sus actos se parecen, lo que subyace a ellos dista mucho de parecerse. El primero sería el que disiente de una normal social y se niega a aceptarla públicamente, acarreando las consecuencias de su negativa a fin de remover las conciencias del pueblo.

El segundo tipo sencillamente no acata determinadas normas por su bien propio, y lo hace hurtadillas, para que nadie lo pille.

El primer tipo es un rebelde con causa: fuma en un lugar público, por ejemplo, y paga la sanción correspondiente, incluso permite que llegue la policía, para que su acto tenga trascendencia social y sirva para cambiar lo establecido.

El segundo tipo sólo es sólo un aprovechado o un listillo. Y además un idiota: si todos actuáramos como él, la convivencia sería imposible: él pueda actuar así porque los demás se lo permitimos.

Mención especial al capítulo dedicado a reflexionar si es mejor que los adolescentes lleven uniforme para acudir al instituto. Yo siempre había creído que llevar uniforme era un símbolo de represión. Tras la lectura de este capítulo he tenido que considerar seriamente la idea que llevar uniforme es lo que realmente nos libera de las cadenas de la represión genética, biológica y social. Por muy carca que suene admitirlo.

Y al menos tiene mucho más sentido que llevar una camiseta con la efigie del Che, que mola cantiduvi pero que sólo sirve para hacernos creer que estamos haciendo otra maldita cosa que seguir a las masas más gregarias.

El movimiento contracultural ha padecido, desde el primer momento, una ansiedad crónica. La doble idea de que la política se basa en la cultura y la injusticia social en la represión conformista implica que cualquier acto que viole las normas sociales convencionales se considera radical desde el punto de vista político. Obviamente, esta idea resulta tremendamente atractiva. Al fin y al cabo, la organización política tradicional es complicada y tediosa. 

En una democracia, la política involucra necesariamente a enormes cantidades de personas. Esto genera mucho trabajo rutinario: cerrar sobres, escribir cartas, hacer llamadas, etcétera. Montar agrupaciones tan gigantescas también conlleva una sucesión interminable de debates y acuerdos. La política cultural, en cambio, es mucho más entretenida. Hacer teatro alternativo, tocar en un grupo de música, crear arte vanguardista, tomar drogas y llevar una alocada vida sexual es sin duda más ameno que la organización sindical a la hora de pasar un buen fin de semana. Pero los rebeldes contraculturales se convencieron a sí mismos de que todas estas actividades tan entretenidas eran mucho más subversivas que la política de izquierdas tradicional, porque atacaban el foco de la opresión y la injusticia a un nivel “más profundo”. Por supuesto, esta convicción es puramente teórica. Y como está claro quiénes son los que se benefician de ella, cualquiera que tenga una mentalidad mínimamente crítica sospechará de ella.
VER+:
Esa palabra no existe oficialmente en el idioma español. En un sentido menos estricto hace alusión a la tendencia a planificar planes y resultados a corto plaza, generalmente se refiere a cortoplacismo en el ámbito empresarial, sin embargo también lo podrías extender a un uso personal. El proyectar a corto plazo redunda en una menor incertidumbre en cuanto a aquello que se ponga en juego y a los logros que se puedan obtener, sin embargo puede ser "pan para hoy y hambre para mañana" no apostar a largo plazo dificulta la aplicación de políticas integrales (en un empresa aquellas que abarcan todas sus áreas y sectores) y puede conllevar a la inestabilidad del sistema. Cada vez se acorta más los plazos hasta llegar a la improvisación...

viernes, 30 de octubre de 2015

¿QUÉ ES ESPAÑA? ES MÁS IMPORTANTE SER ESPAÑOL QUE EUROPEO


Gustavo Bueno:

Gustavo Bueno desgranó fechas, acontecimientos y filosofía para derribar algunas ideas consideradas ya míticas. El autor rompió con los tópicos. «No existen nacionalismos arraigados, la idea de nación no existió en España hasta las Cortes de Cádiz de 1812. Lo que había anteriormente eran grupos étnicos, pero no naciones», afirmó Bueno en referencia a la defensa vehemente que realizan los partidos nacionalistas vascos y catalanes de su tradición histórica. «La idea de nación moderna no llega hasta la revolución francesa y se consolida posteriormente con Marx y Engels», apunta.

El ensayista, que acudió a El Entrego de la mano de la asociación cultural «Cauce del Nalón» y el Club La Nueva España de las Cuencas, no dudó en señalar que Asturias es el origen de España. «Con los romanos esto era una diócesis de un imperio y aquí sólo había unos visigodos que se resistían. Fue con el ataque al imperialismo islámico cuando surge Asturias y su ampliación de fronteras con Alfonso II y Alfonso III», explicó Bueno. El filósofo añadió, incluso, que el descubrimiento de América fue fruto también de la lucha contra el Islam: «Colón viajó hacia Poniente porque quería coger a los turcos por detrás. Ya se sabía que la tierra era redonda desde tiempos de Alejandro Magno», apostilló.

El autor de «El mito de la cultura» y director de la revista «El Basilisco» destacó el hecho de que España ha sabido proyectarse en América, «algo que sólo hicieron también los ingleses». Sin embargo, para Bueno la postura de Inglaterra de aislarse respecto a Europa ha conllevado que España sea el único país conectado con Europa y proyectado en América. El filósofo remató: «Así puede decirse que es más importante ser español que europeo.»


A pesar de considerar que, a corto plazo, la unidad de la nación española no corre peligro real -«entre otras cosas, porque no interesa a los nacionalistas»-, el filósofo afincado en Oviedo no es tan contundente para asegurar que esta situación se mantendrá a largo plazo. La amenaza que podría alterar la España que hoy conocemos tendría su origen en el exterior, con Al Qaeda, fundamentalismos o la propia disolución de los estados en la Unión Europea, y en el interior, merced a los nacionalismos: «Me dicen que soy un alarmista, pero me han amenazado de forma real por sostener esto. Se han hecho concesiones a las autonomías que prácticamente han acabado con el Estado».

Bueno se mostró contrario a la reciente admisión a trámite en las Cortes de la propuesta de reforma del Estatuto de Cataluña: «Es intolerable, porque al mismo tiempo el Congreso da el visto bueno a términos como Estado plurinacional incluidos en el Estatuto». Para el director de «El Basilisco», el discurso nacionalista «sólo pretende convencer a los que ya están convencidos», y diagnosticó como pacientes con «síndrome de Estocolmo» a los no catalanes que, residentes en Cataluña, apoyan la reforma del Estatuto catalán.

Para el profesor Bueno, el debate en el Congreso del pasado miércoles «no fue un diálogo, sino una parodia». Desde su punto de vista, Mariano Rajoy defendió una doctrina ya conocida, la Constitución, que el resto de partidos únicamente rebatió con argumentaciones psicológicas del tipo «siento que Cataluña es una nación». Este tipo de argumentación irracional, en cuanto a no lógica, «impide el diálogo y el debate. Si confrontamos sentimientos y no argumentos, acabaremos tirándonos de los pelos».

En «España no es un mito», Gustavo Bueno analiza la existencia de España como nación a lo largo de la Historia y las disputas actuales sobre la identidad española respondiendo a siete preguntas: ¿Existe España?, ¿está España amenazada?, ¿desde cuándo existe España?, ¿España es una nación?, ¿España es idea de la izquierda o de la derecha?, ¿Existe, en el presente, una cultura española? y ¿España es Europa?, para concluir con una reflexión en torno a la figura de don Quijote.

Las respuestas que da a estas cuestiones «no son nada nuevo ni nada inaudito, sino que sólo pretendo decir algo que todo el mundo sabe», ya que el objetivo del libro es ofrecer argumentos sobre cada uno de estos temas «y dar respuestas al ciudadano medio con argumentos objetivos». Así, el filósofo nacido en La Rioja sostiene que «la nación española nace con la Constitución de 1812 y se reconoce a sí misma en las sucesivas constituciones. Esto es un hecho objetivo, aunque haya quien piense que no debería ser así».

Un paso más adelante surge el concepto de nación étnica, que en su origen hacía referencia a los pueblos periféricos a Roma y no integrados en su imperio. Este concepto, y su evolución en la Edad Media y en el denominado Antiguo Régimen, todavía carecería de entidad política, ya que haría referencia a la nación cultural en su sentido de tribal, no al sujeto de soberanía. Sería la Revolución Francesa la que situaría la nación como la gran protagonista política y articulándola mediante el Estado, preexistente a sí misma.

El profesor Bueno afirmó que el concepto de nación «es necesariamente excluyente. La soberanía del Estado reside en la nación y esta soberanía no se puede compartir ni ceder, aunque, como mucho, sí se pueda delegar», como sucede hoy en España, donde los españoles delegan su soberanía a las administraciones nacionales, autonómicas y locales. Siguiendo este razonamiento, Bueno sostuvo que Cataluña podría ser una nación cultural, pero en ningún caso una nación política, por la imposibilidad de compatibilizarla con la nación española.

Gustavo Bueno reconoció que el capítulo en el que defiende la existencia de una cultura española era el que más dificultades le había producido. La atomización que cada comunidad autónoma e incluso cada ayuntamiento hacen reproduciendo la estructura del Estado dentro de su ámbito competencial provocaría «un reparto imposible de la cultura, que la dejaría sin acomodo».

«Son las armas las que sostienen las leyes»

En el capítulo final de «España no es un mito», Bueno reflexiona sobre las figuras de don Quijote, Sancho y Dulcinea, ya que considera que los protagonistas de la obra de Cervantes son esta terna y no la pareja de los dos primeros. Así, Bueno trata de romper con el concepto de las dos Españas –«es una barbaridad que la izquierda haya mantenido como cierto el verso de Machado de que una de las dos Españas ha de helar el corazón», afirmó– y sostiene que la tríada Quijote-Sancho-Dulcinea representa, respectivamente, el pasado, el presente y el futuro de España.

¿Qué es España? Esta pregunta, tantas veces formulada, recobra en nuestros días un dramatismo singular. Porque es ahora, al comenzar el tercer milenio, cuando se está volviendo a poner en duda, por parte de algunos grupos o partidos políticos secesionistas, o simplemente federalistas o confederalistas, la naturaleza de la unidad que vincula a las diferentes partes de España: ¿reinos? ¿regiones? ¿provincias? ¿autonomías? ¿naciones? Y es también en nuestros días cuando vuelve a aflorar, con la urgencia que imprime a la pregunta el proceso de nuestra «incorporación a Europa», la cuestión de la identidad. ¿Puede considerarse definida España como una «parte de Europa»? ¿Acaso su identidad no brota principalmente de su condición, junto con América y frente a Europa, de «parte» de la comunidad hispánica?


El número de respuestas que cabe dar a estas cuestiones en torno a la unidad y a la identidad de España, inextricablemente entretejidas, es muy limitado. Se cuenta con los dedos de la mano, y no es posible inventar nuevas e inauditas «respuestas creadoras», como tampoco es posible «inventar creadoramente» una sexta clase de poliedros regulares. Pero en cambio parece imprescindible analizar las razones o voluntades, a veces muy oscuras, que mueven a unos o a otros a defender una u otra respuesta.

Este libro, creyendo saber que sólo de un modo fingido cabe afectar neutralidad o distanciación histórica, sociológica o económica, ante cuestiones que tocan tan de cerca a quienes vivimos hoy en España, se propone analizar, una vez más, movido por una decidida voluntad hispánica, y desde la perspectiva de una filosofía materialista de la historia, la naturaleza de la identidad de España y la estructura de su unidad.
¿Qué es España?

QUE BONITA ERES ESPAÑA


Así es, lo es. España no es sólo un trozo de tierra o una bandera que se posee. España es de todos y para todos. Parte de los problemas que ocurren en este país, es por la falta de una identidad española, por la falta de unión, consenso y por supuesto por la falta de cultura. Por la falta de conocer, precisamente España. En EEUU, se iza la bandera con orgullo, y se defiende y protege con honor y valor, seas de la ideología que seas. En la mayoría de los países es así, la bandera y la patria es de todos, de todas las ideologías.

Hubo un tiempo, un tiempo cruel y duro, en el que nos matábamos entre hermanos y en el que todo español gritaba ‘viva España’. Sí, gritaban que viva España, su España, la España que ellos defendían. La que cada uno quería para sus hijos. Pero siempre por España
¿Qué ha pasado ahora? ¿Por qué llaman puta a mi tía por llevar una bandera roja y gualda? ¿Por qué estás pensando que soy un ‘facha’ por escribir ésto? En mi humilde opinión, a los de arriba, les interesa que estemos divididos. Les interesa que no sepamos quiénes somos, que no nos hagamos fuertes unidos, que no sepamos lo grandes y lo fuertes que podemos llegar a ser como españoles. Que no sepamos qué es España. Tal vez yo tampoco lo sepa. Pero te voy a contar lo que es para mí.

España es mi familia, mis padres que sudaron sangre y lágrimas por mí, su trabajo, sus esfuerzos. Mis antepasados que lucharon por dejarme una España mejor, mis abuelos y sus abuelos. Mis amigos, mis hermanos, el barrio en el que nací, el parque donde me tomé mi primera cerveza, el bar de Moncloa donde me tomé mi primera copa. España son las españolas, las morenas, las rubias, esa sonrisa pícara, esos ojos verdes o negros, ese vacile y esa salsa que sólo tenéis vosotras. España es los españoles. La alegría, la felicidad, la simpatía, la chulería madrileña, la gracia andaluza, la frialdad del norte…

España son los Pirineos nevados, el Valle de Arán, la ciudad Condal, Barcelona al mar. España es el Atlántico de Galicia, un atardecer en finisterre, esa ‘musiquiña’ de una gallega poniéndote un blanco en frente del mar. Son los campos de Castilla, tierra de Reyes, tierra que vio nacer nuestro idioma con el que ahora te pinto, querida patria. Castilla es la tierra del Cid Campeador, de las aventuras más leídas en el mundo entero, de la obra de arte de Don Quijote. Es esa tierra de cuyo nombre me quiero acordar. Es la tierra donde nacían los dioses de antaño, Extremadura, Pizarro, Cortés… España son las calas azul cristalino del Levante, de Valencia, de Murcia. El mar que baña las preciosas playas andaluzas. La cerveza en el chiringuito, frente al mar, mirando de reojo a esa morena malagueña. España son las sevillanas, las cordobesas… El desierto donde Clint Eastwood tanto se «alegró el día», tabernas almerienses…

España es la Alhambra, la Giralda, la Almudena, la Gran Vía, las Catedrales de Santiago y de Burgos y de Córdoba, la Sagrada Familia, la Torre del Oro, el acueducto de Segovia, las ruinas romanas de Cartagena, la muralla de Ávila, las Hoces del río Duratón, el Ebro y el Tajo. La guitarra, el flamenco, la buena poesía, Quevedo, Góngora, Unamuno, Dalí, Picasso..

España es la tortilla de patata poco cuajada, paella del Levante, el cocido madrileño, los churros de año nuevo resacoso, el roscón de Reyes sin frutas de esas que no le gustan a nadie. El aperitivito’´, las tapas y más tapas con ese oro líquido entre medias. ¿Cuántas llevas? Ni idea. El marisco gallego, las gambas de Huelva, los percebes (a quién demonios se le ocurriría probar eso, tenía que ser español). Es la fabada asturiana, las migas de Aragón, el jamón, el ‘pescaito’ de Cádiz. La crema catalana, la butifarra, la carne de buen buey castellano, y poco hecha no, que muja. Las rabas de santander, el vino tinto, el aceite de oliva… España es sentarse en el sofá y resoplar después de una comida repleta de cualquiera de estos manjares, y la siesta.

Es imposible nombrarlo todo. Pero lo más importante, es que España es cultura. España es Cartago. España es Roma. España es celta. España resistió y recibió los regalos de los musulmanes. España es el país de María. De Santo Tomás y de San Francisco Javier. Lo más importante es que España fue el Imperio más grande de la historia bajo el manto de Isabel y Fernando. Con Carlos I y Felipe II en España, chicos y chicas, no se ponía el sol. Los héroes innombrables, la valentía, el martirio, el honor y la gloria. Rodrigo Díaz de Vivar, Blas de Lezo, Don Pelayo, los hermanos García Noblejas, Daoíz y Velarde, que se revelaron contra los franceses aquél dos de mayo… España son la piel de gallina y los pelos de punta con los que escribo ahora mismo. España soy yo. España eres tú. España somos nosotros, desde nuestros ancestros hasta descendientes.

En serio, ¿que coño más quieres?


¿Qué es España? PRIMERA PARTE. Forja 032


jueves, 29 de octubre de 2015

LA CALIGRAFÍA ES NECESARIA PARA EL DESARROLLO DEL CEREBRO Y LA MOTRICIDAD



Enrique Rubio es hijo del fundador y creador del método Rubio y lidera la segunda generación de la empresa familiar.


Acaba de publicar «Mi mamá me mima», un viaje nostálgico para toda una generación que aprendió a escribir y calcular con uno de sus cuadernos

- «Mi mamá me mima» es como un cuaderno de cuadernos. ¿Por qué ahora, en este momento?
- Cuando la gente veía uno de nuestros cuadernos notaba su emoción y nostalgia. Ya teníamos un proyecto para hacer algo que fuera como un viaje a esa nostalgia. Nadie se queda impasible ante los cuadernos Rubio. Muchos me dicen «cómo me fastidiaron los veranos» [risas]. Sobre todo es curioso que siempre han gustado más a las chicas que a los chicos. En definitiva, este libro es como recordar esas tardes de pan con chocolate.

- Noto, como dice, mucha nostalgia.
- Sí, hay mucha nostalgia en el libro. También es una forma de narrar los principios de Rubio desde sus inicios. Contamos ese proceso de transformación. Hasta las frases que utilizamos en nuestros cuadernos de ayer y de hoy han ido cambiando con el tiempo.

- ¿Queda algo de esos cuadernos originarios creados por su padre?
- Queda principalmente el método, que sí ha perdurado en el tiempo. Mi padre era profesor de contabilidad y tenía la virtud de hacer fácil lo difícil. Como digo, hemos cambiado el estilo y frases. Por ejemplo, en los cuadernos de antes había expresiones como «la bota de vino». Hoy no podríamos mencionar el alcohol en una publicación destinada a los niños.

- Hoy los niños llegan con una tableta y móvil debajo del brazo. En su opinión, ¿corren malos, malísimos tiempos para la caligrafía?
- La caligrafía es indispensable para la motricidad, es necesaria para el correcto desarrollo del cerebro.

- Pero las nuevas tecnología le están ganando terreno. ¿Llegará el día en que los niños no sepan coger un lápiz?
- Es cierto que las nuevas tecnologías han hecho mucho daño a la caligrafía y ortografía. Sin embargo, está demostrado que cuando se escribe se activan varias partes del cerebro.

- Por no hablar del encanto de una buena caligrafía, que es siempre algo de lo más estético y primoroso a la vista.
- Así es. La escritura es como una tarjeta de presentación. Antes se escribía mucho con pluma y esta caligrafía se ha perdido con el tiempo. Además, ya no escribimos apenas cartas.

- ¿Hacía usted los cuadernillos Rubio?
- Solo los que me gustaban [risas]. Sí recuerdo que mi padre nos ponía ejercicios para ver quién contestaba antes.

- ¿Qué diría su padre hoy, en estos años, sobre Cuadernos Rubio?
- Él era muy tradicional, así que primero me echaría la bronca y después me felicitaría por el trabajo.

- Parece que en estos momentos vivimos un boom de nostalgia por tiempos pretéritos, con el éxito, por ejemplo, de los libros Yo fui a EGB...
- Sí. Si hace 15 años veías algo antiguo decías que estaba pasado de moda; y ahora, nos encanta porque nos evoca a nuestros tiempos. De ahí la verdadera razón de este libro. Es un viaje a lo que los lectores vivieron en su niñez.







miércoles, 28 de octubre de 2015

ME QUEDO CON LOS LOCOS...

Me quedo con los locos…

Yo prefiero a los locos, 
Los sensibles, los ingenuos 
Los soñadores, los ilusos.

Yo me quedo con los rotos,
los heridos de amor,
los que sangran melodías.

Los que lloran poesía,
los que pintan sonrisas,
los que todavía creen en utopías

Me quedo con aquellos,
que se atreve a seguir soñando,
propagando la esperanza,
e invitando a enamorarse.

Yo me quedo con ellos,
los que no se doblegan,
ante la frivolidad y apatía,
con los que sienten y vibran,
con los que AMAN todavía.

Emiliano Sánchez



RICARDO ARJONA
LOCO "Los locos no están tan locos 
y los locos son los que no están locos..."

Fue tan tremenda la secuela; de aquel golpazo en la escuela. que te mandó a otro mundo, cambió tu vida en un segundo, justo a la hora del recreo. Lo que siguió fueron todos hospitales; especialistas en deficiencias mentales. metiendo cubos en triángulos, buscándole al circulo ángulos, y te diagnosticaron locura. Te abandonó tu padre y tu madre, 

y hasta el maldito apellido aquél, te abandonó la comadre y el compadre de tus padres, y hasta el tío Ismael. el amor apago el foco, ¿a quién le interesa un loco? excepto al mismo loco aquél. ¿Dónde está el manicomio para Dios? ahí dentro o aquí afuera. ¿Dónde se han fraguado las matanzas? ahí dentro o aquí afuera. Regálame un poquito, un poquito de locura, que me ando fijando mucho en la marca de mi pantalón. ¿Se te apagó la luz o la encontraste? ¿Se te zafó un tornillo o lo apretaste? ¿Cuál es la dimensión de la locura? Si es más cuerdo el que piensa o el que mira la luna. Si es más cuerdo el que piensa o el que mira la luna. Te agarraste de una nube y te escapaste. al primer planeta que encontraste. y sin darte cuenta te salvaste de todas las cosas que dejaste, de la geometría,de la geografía,de la economía, de todo este mundo y sus cursilerías. de estar a la moda, de ser una escoba, de ser una novia boba, y hasta de una posible boda. ¿Se te apagó la luz o la encontraste? ¿Se te zafó un tornillo o lo apretaste? ¿Cuál es la dimensión de la locura? Si es más cuerdo el que piensa o el que mira la luna. Si es más cuerdo el que piensa o el que mira la luna.

"La ciencia no nos ha enseñado aún 
si la locura es o no 
lo más sublime de la inteligencia" 
Edgar Allan Poe

VER+:

¿QUIÉN ES EL LOCO?

SE NECESITAN LOCOS DE LOUIS JOSEPH LEBRET

ENTRE LOCOS Y CUERDOS

“Los locos dan festines 
y los cuerdos son los convidados.” 
Benjamin Franklin

Los locos dan festines y los cuerdos 
son los invitados.
Los locos viven inventando mundos 
y los cuerdos viven en mundos inventados.
Los locos crean castillos 
y los cuerdos los habitan.
Los locos son mitad cielo y mitad tierra 
y los cuerdos son solo tierra.
Los locos crean la música 
y los cuerdos solo la escuchan.
Los locos son personajes 
y los cuerdos son actores.
Los locos son poesía 
y los cuerdos quienes redactan
Los locos son son la pintura 
y los cuerdos solo pintan.
Los locos viven en muchos mundos 
y los cuerdos solo viven en la tierra.
Los locos se sienten libres 
y los cuerdos… los encierran.

Andrea Montiel Rimoch ©


YA NO HAY LOCOS
León Felipe

Ya no hay locos, ya no hay locos 
ya no hay locos, amigos ya no hay locos. 
ya no hay locos, en España ya no hay locos. 

Se murió aquel manchego, 
aquel estrafalario fantasma del desierto. 

Ya no hay locos, ya no hay locos 
ya no hay locos, amigos ya no hay locos. 

Todo el mundo está cuerdo 
terrible, horriblemente cuerdo. 

Ya no hay locos, ya no hay locos 
ya no hay locos, en España ya no hay locos. 

¿Cuándo se pierde el juicio? 
Yo pregunto: ¿Cuando se pierde, cuándo? 
Si no es ahora, que la justicia 
vale menos que el orín de los perros. 

Ya no hay locos, ya no hay locos 
ya no hay locos, amigos ya no hay locos 
ya no hay locos, en España ya no hay locos. 

Todo el mundo está cuerdo 
terrible, horriblemente cuerdo.

LA DIFERENCIA ENTRE LOS LOCOS 
Y LOS CUERDOS

* Los locos viven inventando mundos.
* Los cuerdos viven en mundos inventados.
* Los locos crean castillos.
* Los cuerdos los habitan.
* Los locos son mitad cielo y mitad tierra.
* Los cuerdos son sólo tierra.
* Los locos crean música.
* Los cuerdos sólo la escuchan.
* Los locos son personajes.
* Los cuerdos son actores.
* Los locos son poesía.
* Los cuerdos quienes la leen.
* Los locos son la pintura.
* Los cuerdos sólo pintan.

* Los locos viven en muchos mundos.
* Los cuerdos sólo viven en la tierra.
* Los locos viven en su propia mente.
* Los cuerdos viven en la mente de los demás.
* Para los locos sólo existe adentro, 
ya que adentro y afuera es lo mismo para ellos.
* Para los cuerdos sólo existe el afuera.
* Los locos saben dar y amar sin condiciones.
* Los cuerdos sólo saben recibir y destruir selectivamente.
* Los locos ven el brillo del oro en lo inmortal: 
el corazón de los demás.

* Los cuerdos ven el brillo del oro en lo efímero, en lo material.
* Los locos confían en sí mismos.
* Los cuerdos creen en fuerzas externas.
* Los locos anhelan cambiar el mundo 
comenzando desde su interior.
* Los cuerdos lo mantienen igual y no les importa 
lo que le pase al mundo y a los demás.
* Los locos se sienten libres y poderosos.
* Los cuerdos en su miedo hacia los locos... 
los encierran y los crucifican.

La próxima vez que te digan que estás loc@, 
debes saber que muchas veces la gente critica 
a los demás por pensar o hacer cosas diferentes. 
Los cuerdos sólo viven pegados a la norma y siguiendo al montón.



«Brindemos por los locos, por los inadaptados, por los rebeldes, por los alborotadores, por los que no encajan, por los que ven las cosas de una manera diferente. No les gustan las reglas y no respetan el statu-quo. Los puedes citar, no estar de acuerdo con ellos, glorificarlos o vilipendiarlos. Pero lo que no puedes hacer es ignorarlos. Porque cambian las cosas. Empujan adelante la raza humana. Mientras algunos los ven como locos, nosotros vemos como genios. Porque las personas que se creen tan locas como para pensar que puedan cambiar el mundo, son las que lo hacen…» – En el camino, Jack Kerouac (Estados Unidos, 1922 – 1969)
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SÓLO LOS LOCOS INTENTAN CAMBIAR EL MUNDO, ¿TE ATREVES?

¿DE VERDAD, QUIERES LA VERDAD?: DIME LA VERDAD PERO MIÉNTEME